Un reporte recientemente publicado por McAfee señaló el aumento alarmante de incidentes ligados a virus ransomware, estableciendo la cifra en 128% de incremento en operaciones criminales, donde la más impactante es el robo de más de $121 millones en una sola operación.
Según el Reporte de Amenazas de McAfee para el mes de septiembre, fue señalado que un número no especificado de hackers obtuvo 189,813 BTC (más de $121 millones) en tan sólo una operación de distribución ransomware. Los criminales cibernéticos obtuvieron esta cantidad en tan sólo 6 meses.
Los expertos de la plataforma de seguridad cibernética realizaron el reporte basados en más de 1.000 entrevistas a compañías de seguridad, llegando a la conclusión de que el aumento de operaciones ransomware son directamente proporcionales a la posibilidad de obtener estas cantidades de dinero de forma ilegítima, enfocándose en empresas por encima de individuos.
Igualmente, fue informado que la cartera bitcoin de los criminales aún conserva cerca de $94 millones. Los $27 millones restantes que fueron gastados podrían estar asociados a costos de la operación, como rentar bots para controlar todos los servidores infectados de forma remota y kits explosivos, empleados para detectar vulnerabilidades en el sistema.
Weafer también declaró que en tan sólo la primera mitad de 2016 la plataforma detectó un total de 1,3 millones de nuevos casos de ransomware, la mayor cantidad jamás registrada por McAfee.
Hospitales bajo la mira
Pese a que estas acciones pueden afectar a cualquier tipo de usuarios en la red, el informe de McAfee revela un dato preocupante: ha incrementado el número de ataques cibernéticos a los hospitales.
El reporte destacó 24 casos de instituciones de salud que sufrieron la infiltración de ransomware en sus redes internas, sufriendo estragos con la encriptación de sus archivos y pagando recompensas sustanciosas por ellos. Los casos incluso han llegado a ser publicados en medios impresos.
Como explican los expertos de McAfee, los hospitales son objetivos vulnerables por poseer sistemas heredados y dispositivos médicos con seguridad débil que además están condicionados para brindar un acceso inmediato a la información.
Al ser un suceso de alcance internacional, la alerta se extiende a Alemania, Gran Bretaña, Corea del Sur, Australia y EEUU, siendo este último el objetivo más común por poseer un sistema hospitalario más comercializado.